En parte Dios me dio un niño

Dios me dio un niño en parte, aún completamente dio el corazón del padre: niño de mi alma, oh,  ¿dónde ahora, no nacido, sin madre, te has ido?
Tú viniste, tú fuiste, y ningún hombre sabía, desventurado, mi niño, que no besaste ningún pecho, en ningunas rodillas queridas, un balbuceo privilegiado, sepulcro, ni sabías el amable sentimiento de  hogar.
Mi voz puede alcanzarte, oh mi querido, la voz de un padre quizá mi niño escuche, y lamentándote, puedes desviar tu vista de aquel pobre padre que nunca conociste.
¡Compañero!, él se sienta solo, quien entonces, inmortal entre hombres mortales, se sentó mano en mano con amor, y todo el día con tu querida madre nos preguntamos por tí.

 

traducción: HM

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *