A todos los que aman lo lejos y azul
A todos los que aman lo lejos y azul: Si, desde el alba hasta la víspera, persiguen a pie los rincones en fuga, no cansados de la vana búsqueda, o si por la corriente cantarina, remo en mano jocundos disparan para chapotear junto al besugo chapoteando, o anclan por la raíz del sauce, o, más valientes, desde la estrecha orilla se ponen a dirigir esa arca de cedro, entre las aves y el rugido, profundo y claro, del mar grandioso, o por último si andan de corazón, sin preocuparse de otra cosa, y escuchan, seguros sentados junto al fuego en casa, pisadas en Utah o Pamere: aunque sea largo el camino, aunque sea duro de soportar, el sol y lluvia, el polvo y rocío, aunque aún el logro y la desesperación interponen lo viejo, despojan lo nuevo, habrá en extensión, estén seguros, oh amigos, dirijan como dirijan, hagan lo que hagan, a fondo, y al final de los finales, la ciudad dorada vendrá a la vista.
traducción: HM