El último puesto

La corneta envió una llamada de alto romance, “¡Luces afuera, luces afuera!” a la plaza desierta. En las finas notas de bronce él lanzó una oración, “Dios, si es esto para mí la próxima vez en Francia… Oh, evita la corneta fantasma mientras yazgo muerto en el gas y humo y rugido de armas, muerto en una hilera con los otros rotos, yaciendo tan rígido y quieto bajo el cielo, jóvenes alegres fusileros demasiado buenos para morir”.

 

traducción: HM

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