Ministro de exámenes

Cuando era niño hice un examen. La prueba era tan simple que no había modo en que podía fallar.

Pregunta 1. Describa el sabor de la Luna.

Yo escribí que sabe como la Creación, tiene el sabor de luz estelar.

Pregunta 2. ¿De qué color es el Amor?
El amor es del color del agua que un hombre perdido en el desierto encuentra, escribí yo.
Pregunta 3. ¿Por qué se derriten los copos de nieve?
Yo escribí, ellos se derriten porque caen en la lengua cálida de Dios.
Había otras preguntas. Eran igual de simples.
Describí el dolor de Adán cuando fue expulsado del Edén. Escribí el peso exacto del sueño de un elefante.

Aún hoy, varios años después, para mi sustento barro las calles o limpio baños de hoteles grasientos.
¿Por qué? Porque constantemente fallé en mis exámenes. ¿Por qué? Bueno, déjenme plantearles una prueba.

Pregunta 1. ¿Cuán grande es la imaginación de un niño?

Pregunta 2. ¿Cuán superficial es el alma del Ministro de exámenes?

 

traducción: HM

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