Las grandiosas manos del verdugo
Y todo lo que es este día… El muchacho con gorra colgada sobre lo que ha sido un rostro…
De algún modo el policía dormirá esta noche, le hará el amor a su mujer… El enojo no ayudará. Yo nací enojado. Enojado de que mi padre fue quemado vivo en los molinos, enojado de que ninguno de nosotros supiera nada salvo suciedad y pobreza. Enojado porque yo era aquel único alguien que se supone estaba luchando por darlo vuelta, echarle una buena mirada a su rostro… Alguien va a ver ese rostro por un largo tiempo. Yo lavo sus manos que en la luminosidad brillarán. Tenemos un padre que ha llamado la tierra. Para ser aquellos brotes y árboles, este pájaro indómito dentro del suelo, este acto de estación sobre los campos del hombre. Para ser iguales a la cosa más pequeña viva, mientras todas las estrellas pululantes se mueven silenciosas a través de la flor más simple… aún en la niebla de las armas. El rostro con todo el futuro drenando dejado vacío… Aquellos cómodos santos, sean de la iglesia o Stalin, pueden salir de la espalda de mi pueblo y quedarse afuera. Se supone que alguien ha de estar luchando por alguien… Y Lenin es terriblemente silencio, terriblemente silencio y muerto.
traducción: HM