La ropa de la tempestad

Esta de vivir emana una luz formidable, que es igual a la muerte, y cuando es usada aumenta eternamente. Lo que fortifica en pensamiento separado no es conducido por el viento o el hombre profanado. Así susurra la parábola de la duplicidad. Y es necesario no enviar al poder que debilita las formas ocultas, es extraordinariamente más esencial no negarle la bienvenida a aquellas fuerzas originarias cuando se reúnen dentro de nuestro calor para darnos habitación. Una vida debe ser intentada con la otra, que nos podamos embarcar en el fiero trabajo para el cual ciertamente fuimos hechos.
Lo que ha sido separado de la madre debe unirse nuevamente, porque hemos nacido de espíritu, y al espíritu retornan todas las cosas mortales, como es necesario en el método de tierra. Así canta la parábola de singularidad. Mi consolador no oculta su rostro, he visto apariciones que no fueron ordenadas por el sueño. Quizás estoy para ser estacionado en las redes que se mueven a través de este mar completo. O estuve cazando en mi signo.

Aún el suelo es visible, el centro de nuestra visión (las casas descansan como centinelas en esta estrella halconera, dos mujeres se están bañando cerca de un bastidor, sus cuerpos visten el mundo en pájaros dorados, la piel de sus gargantas es una flauta danzante… ¿Cómo alterar o cambiar?, ¿cómo encontrar adecuadamente una ecuación exacta? ¿Qué está volando en todas partes que es más esencial a nuestra búsqueda? Hasta el lago… bote caminando en sus calles azules, órgano de trueno murmurando en el cielo… Un tigre parado en el borde de un campo arado… ¿Qué es necesario?, ¿qué es inseparable para saber? Los niños buscan cuevas de bella platería… ¿Qué tenemos que enseñar?)- La distancia no es grande a mundos de magnífica alegría o a ninguna parte.

 

traducción: HM

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