Algo en los diarios
‘¿Qué hay en el diario?’ Oh, es diabólicamente tonto: no está sucediendo nada, una calma luego de la tormenta de guerra. La esposa del señor Alguien muerta por su amante con, yo pienso, un cuchillo. Un fuego en la Calle Vacía y algunos bebés, uno, dos, tres o cuatro, no recuerdo, hechos para un bronceado bastante delicado y adorable. Un esposo al que le disparó una mujer del pueblo, la misma vieja historia. Un naufragio en algún lugar del sur. La tripulación, todos a salvo, o perdidos. Una infrecuente sequía dejó a cientos sin hogar en el Río Barro, aunque, vengo a pensar, supongo que fue una inundación. Se teme que algún banco vaya a explotar, o no lo hará, siempre explotan, supongo, o no lo hacen, ¿a quién le importa un céntimo? El banquero paga su moneda y toma sus chances: bala en la ingle, pero ese es otro ítem, suicidio, el tonto perdió su dinero (le sirve bien) y murió. ¡Oigan! No hay nada, ¡Jerusalem!, que es esto: ¡Tom Jones falló! Mi Dios, ¡qué abismo de ruina! ¡Me debe setescientos justos! ¡Fue por siempre un año condenadamente desastroso!
traducción: Hugo Müller