La ruina

Cuando los últimos colores del día se han desprendido de su ardor, cerca de aquella ruina, fría y solitaria, y esparciendo sobre su verde oscuro se podrán ver bandas de hadas, traqueteando como saltamontes, sus pies bailando una danza sobre los cardos a su alrededor: mientras el gran dorado de la mansa luna tiñe sus diminutos calzados de bellota.
traducción: Hugo Müller

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