Gata

La gata ama el fuego invernal del hombre, ahora que el sol deja tan pronto las horas frías que calentaba en el ardiente junio.

Ella ronronea toda extendida ante el alzado resplandor sibilante, amodorrada en sueño descansa su cabeza.
Mientras él, con quien vive ella, se sienta cómodo en su rincón, estira sus piernas hacia la llama y lee su libro.

 

traducción: Hugo Müller

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *