Crisis de coronavirus profundiza miseria en México
Líderes del empresariado mexicano le rogaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que lance un paquete de estímulo para una economía ya desfalleciente, que ha sido golpeada aún más por la pandemia del coronavirus. Pero AMLO rechazó la idea de rescates y exenciones fiscales. En uno de sus discursos trimestrales para informar sobre “el estado de la nación” –pronunciado en un Palacio Nacional vacío- el presidente anunció planes focalizados en los pobres, junto con medidas de austeridad del gobierno federal –la mayoría consistente en recortar salarios de burócratas.
El presidente también llamó a la pandemia “crisis transitoria” y prometió un retorno a la normalidad lo antes posible. AMLO ha intentado infundir una sensación de normalidad desde que el coronavirus arribó a México –al punto de que estuvo recorriendo el país hasta ayer, y violar las advertencias de distanciamiento social para saludar a la madre del capo narco Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
De todos modos, la normalidad de México previa a la pandemia estaba plagada de preocupantes señales como una economía estancada, que no creció en 2019 y que ha de retroceder en 2020. La tasa de asesinatos –que alcanzó un récord en 2019- también continuó creciendo en tanto los carteles de la droga disputan territorios en todo el país.
Cualquier observador con un mínimo de sentido común puede aseverar que estos problemas han de empeorar con la llegada de la pandemia. El crecimiento económico será negativo y el impacto de la crisis aplastará las esperanzas de los creyentes en la Cuarta Transformación.
Los homicidios anuales superaron los 2.585 en marzo, siendo el mes más sangriento de la década, mientras los negocios han cerrado y la mayoría de la población se está quedando encerrada en sus casas.
Manuel Molano, director del Instituto Mexicano de la Competitividad, un think tank nacional, dijo: “ya estábamos en medio de una crisis económica, ahora covid-19 sólo puso más espantosas las cosas”.
“La creciente violencia y la debacle económica hacen a México expecialmente vulnerable” dijo Carlos Bravo Regidor, un experto economista que vive en la capital. Y agrega: “Hay un problema de liderazgo. AMLO insiste en pretender que esto es sólo una ‘crisis transitoria’ y no quiere alterar las prioridades que ha establecido, lo cual incluye continuar con la construcción de una serie de megaproyectos –como una refinería de 8 billones de dólares, un nuevo aeropuerto en México DF y un tren que recorra la península de Yucatán, aún cuando las finanzas públicas estén al borde del agotamiento.
México ya registra 6.300 casos y 486 muertes por la epidemia, que puede hacer aquí daños severos por la prevalencia de comorbilidades graves como la obesidad y la diabetes, fruto de una población que al imitar el estilo de vida yanqui, come porquerías, grasas y se droga para soportar su impotencia y estolidez.
Según los especialistas y epidemiólogos de renombre, al igual que Estados Unidos, México tardó en suspender eventos masivos y ordenar la suspensión de actividades no esenciales. Los testeos tampoco han tenido el alcance necesario y el Ministerio de Salud sólo puede implementar una estrategia reactiva y lenta ante los sucesos.
El personal de los hospitales públicas se encuentra protestando en la calle por falta de insumo y elementos protectores, así como equipamiento para afrontar los casos de covid-19. Los doctores están cayendo como moscas. El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, se quejó de que en un hospital de Tijuana hubo cortes de luz y recortes de presupuesto, mientras que desde el gobierno lo acusaron de difundir “fake news”.
“El error más grande es que no estamos identificando a los pacientes reales y esto es peligroso. Simplemente no sabemos quiénes son los infectados” dijo Xavier Tello un consultor que calificó la respuesta a la pandemia a nivel nacional como “muy lenta”.
Por su parte, AMLO dijo que México se encuentra entre los 10 países con menos casos de covid-19 (teniendo en cuenta el tamaño de su población), y encomendó a la población practicar el distanciamiento social. Además, expresó su esperanza de que el país podrá levantar el auto-aislamiento el 10 de mayo, el día de la madre, que es una festividad muy venerada en todo el país. Más allá de esta expectativa, el Banco Mundial vaticinó que México será el país latinoamericano que más sufrirá económicamente el impacto de covid-19, junto con Ecudor. El Centro de Estudios Espinosa Iglesias predijo que la crisis empujará a 21 millones de mexicanos a la pobreza extrema, que ha de alcanzar al 57% de la población.
Jorge Andrés Castañeda, otro analista económico, aseveró que los sectores clave de la economía mexicana serán duramente castigados, en lo que calificó como “una tormenta perfecta”. Tanto los sectores productivos como el turismo caerán abruptamente. La caída del precio del petróleo –que representa el 20% del presupuesto federal- y de las remesas de los mexicanos que viven en el exterior, ya comienzan a ser dramáticas, toda vez que sostienen la mayor parte de lo que se consume en el país.
En respuesta a la crisis económica, AMLO ha asumido un enfoque poco convencional: austeridad. Descartó adoptar medidas anticíclicas y prometió no elevar los impuestos o tomar más deuda. También implementó un programa que otorgará 1 billón de pesos en préstamos a amas de casa y pequeños comercios, más gasto social y aplazó los pagos de pensiones.
A diferencia de otros países de la región, AMLO se había resistido a ordenar cuarentenas totales, afirmando que afectaría a casi toda la población, sobre todo a aquellos que trabajan en la economía informal. Al no reducir ningún impuesto vigente, afirmando que el gobierno debe contar con dinero para pagar los programas sociales, defrauda los pedidos de los empresarios. “No es que vamos a abandonar a aquellos que tienen mejor posición económica, sólo demostramos que preferimos atender a los más necesitados” –explicó la semana pasada. Además, acusó a los grandes empresarios del país de evadir 2 billones de pesos en impuestos. “Si nos pagaran podríamos ayudar a la pequeña y mediana empresa” –aseguró.
México no es un país extraño a las crisis económicas, ya a fines del siglo pasado padeció varias, y por cierto muy severas. Aunque la crisis actual es muy diferente, aún cuando el país se encuentre en una mejor situación macroeconómica para afrontarla. Valeria Moy, directora de una ONG local, sostiene: “Esta es una crisis de empleo que no se parece a ninguna de las que tuvimos en la historia”.
Según la Confederación de Trabajadores de México, ya se han perdido 400.000 puestos de trabajo, en un país que no tiene un sistema de subsidios por desempleo. AMLO ha dicho que las familias mexicanas se cuidarán para sobrevivir, algo que los analistas dicen que es una vieja práctica de los tiempos duros. Ilán Semo, historiador de la Universidad Iberoamericana, dijo que ésta es una solución muy mexicana. “Lo hemos hecho en varias ocasiones y funciona”. Parece un consuelo tonto para tantos males y desastres que se avecinan…