Varios migrantes somalíes mueren asfixiados en un camión en Mozambique
Desde hace tiempo, se viene rumoreando entre africanos subsaharianos y norsaharianos que la huida al continente europeo ha dejado de ser una alternativa hacia un proyecto de vida feliz y pleno de euros. Hace bastante se sabe que la mayoría se quedan estancados en campamentos de refugiados precarios armados en islas griegas y turcas donde corren grandes posibilidades de morir hacinados, consumidos por el fuego o la mugre, si es que no se ahogan en cualquier tramo de la travesía por el mar Mediterráneo. La acción devastadora del coronavirus en casi todo el continente europeo no ha contribuido a despejar los obstáculos para la pobre gente africana huyendo de guerras, hambrunas, plagas de langostas y sólo Dios sabe cuántas maldiciones y tragedias –familiares y comunitarias- más.
Por eso, no son pocos los africanos que se dan vuelta, dirigen su mirada al sur y ven el éxodo a Sudáfrica como una solución a tantos males. Al fin y al cabo, es el país más industrializado del continente, pudo organizar un mundial de fútbol y tuvo un líder cuyo funeral atrajo a las primeras figuras de las grandes potencias occidentales, y la cultura hollywoodense. “Algo bueno debe tener” piensan los ilusos migrantes.
Pues bien, siguiendo este espejismo de tierra prometida, 64 etíopes fueron hallados muertos apiñados adentro de un camión de carga azul en Tete, el noroeste de Mozambique. Las víctimas fueron descubiertas rodeadas de sobrevivientes llorosos y exhaustos. A la hora en que los encontraron, cerca del mediodía, la temperatura en Tete ascendía a los 38 grados.
El policía que intervino informó a los periodistas que un camión transportando inmigrantes somalíes ilegales desde Malawi fue detenido en el puente de Mussacana, hallándose 64 cadáveres en su interior, y con 14 sobrevivientes. “La causa de muerte parece ser la afixia” reveló el uniformado, quien no quiso dar su nombre a la prensa.
Al lugar arribaron higienistas y medicos temerosos de que el coronavirus haya sido el criminal. Varios ciudadanos habituados a masacres o matanzas ayudaron a descargar los cuerpos, brindaron primeros auxilios a los sobrevivientes, y cargaron a los desdichados a la morgue local.
Amélia Direito, una vocera de las patrullas migratorias mozambiqueñas, aclaró que todos los etíopes eran hombres, los muertos y los vivos, con fuertes síntomas de sofocación.
“El conductor del camion y su asistente –ambos mozambiqueños- han sido arrestados por la policía” –dijo Direito.
Ella dijo que el conductor le contó a la policía que le habían prometido 400 euros por transporter a los hombres. Las autoridades lanzaron una cacería para atrapar al intermediario que facilitó el ingreso ilegal de los etíopes al país.
En Addis Abeba el ministro de relaciones exterior confirmó, a través de la embajada de Etiopía en Sudáfrica, que varios etíopes mueren en su intento de llegar a Sudáfrica. Ahora se está trabajando en establecer el nombre y las identidades de los muertos y vivos. El ministro expresó su profundo pesar por la tragedia y le extendió un mensaje de fuerza a las familias y amigos de los fallecidos.
Mozambique es contemplado como un país de tráfico de migrantes en sus periplos a Sudáfrica, que recibe no sólo a trabajadores de sus vecinos Lesotho y Zimbabwe, sino a africanos desocupados y hambrientos de todo el continente.