Cultivar la pobreza: estrategia de inmunidad contra coronavirus

Miguel Barbosa, el gobernador de Puebla, ha generado rabia e incredulidad al declarar que los pobres son inmunes al Covid-19, mientras el gobierno se encuentra promoviendo el distanciamiento físico sin cancelar los servicios esenciales. De este modo el mandatario comentó informes que revelaban que una gran proporción de los casos de coronavirus en México corresponden a personas ricas que han viajado al exterior.

Voceros del gobierno informaron que el 75% de los 475 casos confirmados en el país Azteca están relacionados con viajes internacionales, incluyendo varios que cogieron el virus en pistas de esquí italianas o estadounidenses.

“La mayoría son ricos. Si eres rico estás en riesgo. Si eres pobre no. Los pobres somos inmunes” dijo Barbosa.

Sus comentarios dispararon una fuerte controversia en un país donde la mitad de la población es pobre y la mayoría trabaja en la economía informal. También reflejan la respuesta conspirativa que varios politicos mexicanos han dado al Covid-19, el cual amenaza con desbaratar la agenda de megaproyectos y programas de expansion social del gobierno.

El president Andrés Manuel López Obrador, cuya administración ha prometido “atender a los pobres primero” respondió con un refrescante optimism a la crisis. Les dijo a los periodistas ayer que México habrá de superar lo peor de la epidemia dentro de un mes. AMLO se resistió a aplicar medidas más puras, como cuarentenas y cierres de fronteras, sobre la base de que los mexicanos, sobre todo los más necesitados, no son capaces de afrontar la falta de trabajo,

“La economía está en picada y su base, los pobres, están al fondo de todo” expresó el líder de la Cuarta Transformación. Y ciertamente, una economía débil puede comprometer su legado.

México ha ingresado a la fase 2 del coronavirus pandémico, lo que implica que se está esparciendo el contagion comunitario. Hasta el momento lleva sólo seis muertes.

Covid-19 ha golpeado en un momento duro para el país. La economía se hundió en 2019 y los pronósticos de 2020 sugieren que el estancamiento continuaba aún antes de la pandemia.

Recientes encuestas revelan que el apoyo a López Obrador viene decreciendo sustancialmente, habiendo caído por debajo del 50% por primera vez. Los simpatizantes del presidente han marchado junto a él desairando a los peligros del contagio.

Los analistas de la política mexicana consideran que la crisis del coronavirus vino a sumarse a los urgentes problemas de narcotráfico, violencia paraestatal y de género, que han sido asumidos como ataques personales al president más que temas que demanden mayor atención y recursos.

En definitiva, y si se lo considera con el desastre ocasionado por Covid-19 en Estados Unidos y Canadá (los dos países con los que comparte continente), la situación en México es tranquila y se encuentra bajo control. Al menos en este terreno, AMLO demuestra que no sigue al rebaño de países que acatan a rajatabla las recomendaciones de la ONU y la OMS, con todo lo bueno que se deriva de esta actitud soberana.

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