Una canción de clima invernal

No es el enemigo al que tememos, no son las balas que zumban,

no es la carrera zigzagueante de una bomba, o la explosión de una mina,

no son los tiradores que buscan cortar de raíz nuestras jóvenes esperanzas:

no, no son las armas y no  on los alemanes, es el barro, barro, barro.

No es el cuerpo a cuerpo que imaginamos. Aquello a menudo es una buena diversión.

no es la metralla que encontramos obstruida cuando llovía torrencialmente,

no es el  rebote de las bombas que nos da un dolor positivo:

es el ametrallamiento que recibimos cuando el tiempo es húmedo, es la lluvia, lluvia, lluvia.
No es porque nos falte aguante que nos amilanamos de los horrores de la guerra.

No nos importa un carajo la batalla, de hecho, aquello es por lo que estamos aquí,

no son los jarros de ron y las cosas que nos hacen desear por la que estamos de vuelta en el aprisco:

son los dedos que se congelan en la brisa boreal, es el frío, frío, frío.
Oh, la lluvia, el barro y el frío; el frío, el barro y la lluvia,

con el tiempo en cero es difícil ser un héroe, para un lenguaje que es rudo al refrán.

con estiércol de mazamorra hasta las rodillas, con el cielo que está derramando un torrente,
seguro el peor de nuestros enemigos son los dolores y los lamentos de la lluvia, el frío y el barro.
traducción: Hugo Müller

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