Poeta amateur
Ves aquel fajo de libros delgados sobre el estante superior,
el cual ningún explorador jamás mira, porque están junto a… mí,
están bien encuadernados en azul marino, pero a ninguno jamás se le presta atención,
su impresión es clara y cándida también, aún nadie nunca los lee.
¡Pobres libros ingeniosos! ¡Cuánto me costaron en tiempo y oro!
Los considero ahora pérdida de labor, porque jamás vendí uno,
ni una copia regalaría porque todos mis amigos los desdeñarían,
y me mirarían como diciendo “¡qué pérdida de tinta de impresión!»
Y mientras los contemplo allí en lo alto, aunque mis ojos estén tristes
no puedo evitar un suspiro al pensar en la alegría que tenía,
qué éxtasis mientras buscaba hacer buenas rimas,
y hallar al fin la frase única como un destello refulgente en mi visión.
Tal vez este frenesí fue mi ganancia mucho más que el éxito barato,
así olvidaré mi vano esfuerzo y borraré la amargura.
Oh, registros de mi radiante juventud, no lamentaré ningún corazón roto
porque todo lo mejor de mi amor y verdad está allí, vivo en ustedes.
traducción: Hugo Müller