Pasión de viajar
La pasión de viajar me sedujo a los siete mares solitarios,
me ha hundido en las colas apiladas de la escasez,
la pasión de viajar me ha sacado de las cómodas sillas de la holganza,
me ha lanzado a los límites de toda la tierra.
Cuán amargamente la he maldecido, oh, el desierto pintado lo sabe,
las alturas espectrales que abrazan la pálida llanura,
el silencio todo menos fluido, aún la espera crece y crece,
y he tenido que saciar mi pasión de viajar nuevamente.
Soldado, marinero, ¡en qué situación he estado!
Carpintero, sastre, ¡oh, qué visión he tenido!
Y estoy golpeando el camino en la mañana, muchachos,
y no verán mis talones por el polvo, porque es “todo el día” contigo
cuando respondes a la señal de la pasión de viajar.
La pasión de viajar me ha atrapado… por el fuego del dolor de vientre,
por la fiebre y el congelamiento y el dolor, por la oscuridad que sólo te hunde,
el lamento del deseo de hogar, he intentado romper su hechizo –en vano-.
La vida debió ser una fiesta para mí, ahora sólo hay migas,
en harapos y andrajos me siento como un mendigo sabio,
aún no hay resto de paz para mí, imperiosa tamborilea la pasión de viajar, y debo seguirla.
Autopista, por el camino he hecho varias millas,
camino raro, camino lindo, he ganado varias alturas,
pero estoy empujando mi equipaje en la mañana, muchachos, y está sobre las colinas o quebrado,
porque nunca habrá una cura cuando te alistes a la seducción de la pasión de viajar.
La pasión de viajar me ha enseñado…, me ha susurrado al corazón
cosas que ustedes, los que se quedan en casa, jamás sabrán.
El hombre blanco y el salvaje están separados a sólo tres breves días,
tres días de maldecir, de arrastrarse, duda y lamento.
Luego abajo masticando botas, al agua que puedes comer,
el pescado que engulles con la nariz sostenida en tu mano.
Cuando llegas justo a los casos, es la comida del rey que rige las razas,
y la pasión de viajar te ayudará a comprender.
Acechando, insultando, ese es su hechizo, burlándose, frustrándose, ese es su infierno,
pero yo llevaré mi mochila a la espalda en la mañana, muchachos,
y voy porque debo, porque es demasiado tiempo para todo
cuando respondes al llamado de la pasión de viajar.
La pasión de viajar me ha bendecido… en una sábana arrugada arrojada,
he observado el golfo de espuma con estrellas del paraíso,
he caminado con los ojos bien abiertos hacia la maravilla del mundo,
he visto la marea de gloria de Dios explotar sus barrotes.
He visto el oro enceguecedor en los rápidos del cielo,
hasta que me imaginé como un plutócrata hinchado,
pero estoy atado como esclavo a la felicidad de la libertad,
y lo estaré hasta que muera, y tengo que agradecer a la pasión de viajar por ello.
Corazón salvaje, niño salvaje, todo el mundo es tu hogar.
Corazón agradecido, corazón loco, ¿qué puedes hacer sino vagar?
Oh, lo golpearé una vez más en la mañana, muchachos, con un poco de té y una tostada,
porque no puedes negarte cuando escuchas el grito de la pasión de viajar.
La pasión de viajar me reclamará al final por sí misma.
Daré la espalda a los hombres y enfrentaré el polo.
Más allá de las postas del Artico me aventuraré completamente solo,
alguna tierra jamás hollada será mi meta.
¡Gracias a Dios! No hay nadie que me vaya a extrañar, he sido un pájaro de vuelo,
y en mis mocasines atenderé mi llamado, porque la pasión de viajar me ha regido,
y la pasión de viajar me ha educado, y estoy preparado para el camino más oscuro de todos.
Tierra sombría, tierra oscura, ¡oh, cómo llama la vastedad!
Tierra lejana, tierra de estrellas, ¡oh, cómo desciende la quietud!
Porque nunca podrán decir si es el paraíso o el infierno,
y estoy tomando el camino confiado, pero no tengo duda de que mi alma saltará en su pasión por viajar.
traducción: Hugo Müller