Conversación canina
Si los perros hablaran, señorita, ¡qué divertidas historias contarían!
Por ejemplo, tome a su pequeño pequinés, ¡qué torpe si el querido pudiera hablar!
Qué triste para usted y para todos nosotros, que alrededor suyo flirteamos,
aleteamos y alborotamos, la gente cree que usted es modesta, suave y sumisa…
¿Pero lo harían si Fifi hablara?
Si los perros hablaran, oh, señora Rosa, ¡qué secretos no revelarían!
Si su mascota Angelina pudiera sugerir la mitad de lo que ha visto
su reputación, me temo, desaparecería absolutamente como una bola de nieve caída del infierno… Si Angelina sólo pudiera hablar.
Si los perros hablaran, ¡cuán peligroso sería para muchos de nosotros!
A lo que ellos ven y escuchan guiñarían un ojo y menearían una oreja.
¡Qué fortuna para el viejo y el joven que los queridos tengan una lengua silente!
Los amamos, pero es igual de bueno para todos nosotros que los perros no puedan hablar.
traducción: Hugo Müller