Trinidad oscura
Dije al Dolor: “No te atrevas a hacerme mal”. El Dolor dijo: “¡Pobre tonto!
¿Por qué debería preocuparme, quién eres?
Al payaso y al rey por igual traigo mi gratificación de destrucción,
¿por qué deberías evitar mi castigo?»
Dije a la Pena: “No tengo lágrimas, vé por tu camino”.
Dijo la Pena: “¿Por qué debería abandonarte, mientras otros pagan?
Todos los hombres deben conocer el camino del dolor, desde el santo al ladrón,
y las lágrimas deberían desbordarte”.
Dije a la Muerte: “Desde el dolor a la inquietud garantízame alivio”.
Dijo la Muerte: “Sé que estás acosado por el Dolor y la Pena.
Pero deberás esperar mi bien desde que el aliento humano se ha consagrado al sufrimiento”.
Dije a Dios: “El Pálido Hermano Dolor, la Desolada Hermana Pena,
me arruinan más allá de la creencia, y la inflexible Muerte…”
Dios dijo: “Malditos quienes no bendicen a aquellos tres, ¡pobre patán humano!
¡Ten fe! Cree en el Unico conmigo”.
traducción: Hugo Müller