Golpe en Surinam a dictador bancado por Estados Unidos
Una corte de Surinam ha condenado al presidente Desi Bouterse a 20 años de prisión por la ejecución de 15 oponentes luego del golpe de 1982. El hombre que ha dominado la escena política de la ex colonia holandesa durante casi cuatro décadas por fin cae en desgracia. Los partidos opositores reclaman su renuncia cuando regrese de la gira que lo llevó a China, desconociéndose aún si hará una parada prevista en Cuba. Ramon Abrahams, el vicepresidente de su partido, reveló al periódico local que había hablado por Whatsapp con el mandatario y que le había contado el veredicto. Seguidamente convocó a una reunión de emergencia para tomar una decisión, ya que el presidente aún se encuentra en pleno vuelo, y con rumbo incierto.
Bouterse presidió el país sudamericano en los ’80 como cabecilla de un gobierno militar, luego asumió oficialmente mediante elecciones fraudulentas en 2010, asegurándose su reelección cinco años más tarde con el mismo método sucio y mafioso, recomendado por los agentes de la CIA para dictadores con escasa afinidad con sus pueblos.
La corte manifestó en la sentencia que Bouterse supervisó la operación a través de la cual soldados de su comando secuestraron a 16 líderes de la oposición –incluidos abogados, periodistas y profesores universitarios- matando a 15 de ellos en una fortaleza colonial de la capital Paramaribo. Un líder gremial sobrevivió y más tarde aportó evidencia contra Bouterse. El presidente ha negado los cargos y, habiendo aniquilado el estado de derecho en el país casi desde su nacimiento, puede aún apelar el fallo y sentirse seguro con una Corte Suprema que ya lo ha exonerado de crímenes aún peores. El lawfare en Surinam está instalado desde su época de milico. Su vocero ha declarado desde el avión que el presidente ha tomado nota del asunto, y que llama a la comunidad surinamesa a conservar la paz.
El fallo del tribunal sentenció también a seis oficiales que participaron de la matanza, incluido el cónsul de la vecina Guayana Francesa, que tuvo un rol protagónico. En una declaración conjunta, las misiones diplomáticas de Países Bajos, Estados Unidos, Reino Unido, España, Alemania y Francia advirtieron que es crucial que los veredictos se cumplan, implementen y sostengan de acuerdo con la ley, en un texto de una vaguedad acorde con la situación desencadenada.