El llamado de lo salvaje

¿Han contemplado a la desnuda grandeza donde no hay nada que contemplar,

a la abundancia de escenas de caída de cortina y orden de piezas,

grandes montañas lanzadas al cielo, blasonadas por atardeceres cegadores,

negros cañones donde los rápidos rasgan y rugen?

¿Han barrido el valle vislumbrado con la corriente verde atravesándolo,

han buscado la vastedad por algo que han perdido?

¿Han encordado su alma al silencio? Entonces por el bien de Dios vayan y háganlo,

escuchen el desafío, aprendan la lección, paguen el costo.
¿Han paseado por lo salvaje, la desolación de artemisa,

los niveles de manojos de pasto donde apacenta el rebaño?
¿Han silbado trozos de melodías al final de toda la creación,

y aprendido a conocer los pequeños caminos del desierto?

¿Han acampado al pie de las colinas, han galopado sobre la cordillera,

han vagado por las áridas tierras de arena, atravesándolas una y otra vez?
¿Han pescado en la colina baja? ¿Conocen sus modos y sus cambios?
Entonces escuchen lo salvaje, los está llamando.
¿Han conocido el gran silencio blanco, ni una rama con gemas de nieve agitándose?
(Eternas verdades que avergüenzan nuestras calmantes mentiras.)

¿Han roto sus esquíes o botas de nieve? ¿atravesado con sus perros el río,

se han atrevido a lo desconocido, han conducido el camino y agarrado el premio?
¿Han marcado los espacios vacíos del mapa, se han mezclado con las razas mestizas,

han sentido la fuerza salvaje del bruto en cada esfuerzo?

Y aunque sombrío como el infierno sea lo peor, ¿pueden rodearlo con maldiciones?
Entonces presten atención a lo salvaje, los está deseando.
¿Han sufrido, han tenido hambre y triunfado, se han arrastrado abajo, aún aferrados a la gloria, han crecido en la grandeza del conjunto?

¿“Hacer cosas” sólo por el hacer, dejando que los charlatanes cuenten la historia,

viendo a través del bonito barniz el alma desnuda?
¿Han visto a Dios en sus esplendores, han escuchado el texto que brinda la naturaleza?
(Jamás lo han oído en el banco familiar de la iglesia.)
Las cosas simples, las cosas verdaderas, los hombres silenciosos que hacen cosas,

entonces escuchen lo salvaje, los está llamando.

Ellos los han acunado en su costumbre, los han superado con su prédica,

los han empapado en convención de principio a fin,

los han puesto en un escaparate, ustedes son un crédito a su enseñanza,

¿pero no pueden escuchar lo salvaje? Los está llamando.

Sondeemos los lugares silenciosos, busquemos que nos ocurra la suerte,

viajemos a una tierra solitaria que conozco.

Hay un susurro en el viento nocturno, hay una estrella brillando que nos guía,

Y lo salvaje está llamando, llamando… Vayamos.

 

traducción: Hugo Müller

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