Vagabundo
Dios te dio agallas: no lo defraudes, aférrate a ellas, sé merecedor de su don.
El camino es un carril, el cielo está encapotado, sé que estas harto de la vida, que es un plomo.
El destino te azota y tuerce la vara… ¡Rompe todo, tú, tonto! No defraudes a Dios.
Oh, sí, estás en la corriente de la desdicha, y cansada la azada que estás cargando,
no tienes hogar, vas a la deriva, a la gente no le importa el modo en que andas…
Bueno, que se cuiden, tú no tienes miedo: permanece en el parloteo, lograrás el grado.
Cree que Dios tiene fe en ti, en ti brilla la luz de su amor,
todo lo tuyo que es fino y sincero es parte de El, así que abandona tu gimoteo…
Anímate, hijo, por el bien de tu madre: no lo defraudes, dale a Dios un respiro.
traducción: Hugo Müller