Segunda infancia
Algunos estiman que soy gentil, otros que soy amable:
tal vez sea así, no lo puedo decir.
Sé que tengo una mente sencilla y veo las cosas de un modo simple,
y como un niño amo jugar.
Amo jugar con lindas palabras, y rimar sus sílabas para hacerlas cantar como pájaros soleados en felices manadas con repique plateado, en dulces arboledas en tiempo de verano.
Rezo, con el pelo más blanco que gris, y está viniendo una segunda infancia,
que todavía con extrañamiento puedo ver la vida como en una amanecer luminoso,
y ser tan seducido por la belleza que cantaré como canta un niño.
traducción: Hugo Müller