Finalidad
Cuando esté muerto no me importará cómo estarán las futuras generaciones,
por eso seré tan despreocupado.
Aunque sus crímenes alfombren sus campos,
y los mares se salen con las lágrimas que derramen,
no desperdiciaré ni una, porque estaré muerto.
Aunque las bombas atómicas dejen en cenizas los cielos de las ciudades actuales,
no puedo rezar con labios de carroña.
Aunque vengan reinos en ruinas y orgías de locura,
y los hombres se arrastren para cubrirse en cavernas
no podré ayudar a cavar sus tumbas.
Aunque los locos del conocimiento hurguen en las profundidades,
y despierten demonios oscuros en sus sueños,
no tendré los ojos para llorar.
No me importa, no me puede importar,
porque ya no estaré allí para compartir su dolor y desesperación.
Y mi corazón ya no sangrará más, cuando los gusanos ciegos se alimenten con mi cerebro,
porque estaré muerto, muerto, de hecho muerto.
Y cuando me pudra y cese de ser, ya no me importará una jota
lo que fuere del oscuro destino del hombre.
¡Ah!, ahí tienen el infierno de ello,
mientras escupo el rostro del destino sé que no le importa una pizca.
Miles de millones coagulan esta tierra, y billones más esperan su nacimiento,
¿para qué?… ¡Sí, dioses, disfruten su alegría!
traducción: Hugo Müller