Desapego divino
Un día el gran diseñador buscó a su secretario de nacimiento y muerte.
El dijo: “Hay dos almas en mi pensamiento a las cuales di el aliento de vida.
Estimé que mi trabajo estaba bien hecho, pero ayer a la tarde vi
que en el cerebro finalizado de uno había una pequeña falla.
Me preocupó, y debería saberlo, ya que soy el único a quien se puede culpar,
de lo que les ocurrió a ellos allá abajo, el honor o la vergüenza,
porque si el último ya aconteció, mi pena será grave…”
Entonces le dio al secretario números astronómicos.
El guardián de los rollos replicó:
“De ellos tengo escaso rastro, pero uno era príncipe del orgullo y otro de raza baja.
Uno fue proclamado santo sagrado, para el otro el infierno no fue suficiente…
Veamos, el último se llamó Nerón, el otro… Jesucristo”.
traducción: Hugo Müller