Amante de niño
Bebido o sobrio el tío Jim es como un niño,
nunca está abatido, sombrío o áspero, rezumando alegría.
La mayoría de la gente pensaba que él no era bueno, culpándolo,
pero donde había niños podías contar con Jim.
Seguro siempre odiaba el trabajo, amante del juego,
“sólo un tonto bueno para nada” dirían montones.
Aún cómo los niños lo querían, gritaban de alegría,
tipos tan populares como Jim raramente se ven.
¡Cómo cantaría viejas canciones, dulces como una campana!
¡Qué grandes historías contaría, gesticulando!
Los mayores le reconocieron como un borrachín, suspirando triste,
¡pero con los pequeños que deportivo era!
Decían que debió tener una crianza solo, perdió a su esposa en la cuna, lo dejó solo…
Bueno, ahora él está frío y quieto, aquí es para él:
los niños y las madres siempre bendecirán al viejo Jim.
traducción: Hugo Müller