Hechicería de mar
Oh, cómo amo el mar sonriente, lanzas solares astillándose,
o con una viril armonía cantar en cuevas saladas,
o guijarros murmurando en la orilla, o despertar un poder monstruoso:
de día amo el mar pero más lo amo en la noche.
Alto sobre el océano cuelga mi hogar, y cuando la luna está clara
contemplo y contemplo hasta que la espuma mágica es música en mi oído,
hasta que el glamour danza a un tono que ningún hombre mortal podría hacer,
y allí embrujado bajo la luna despertar la belleza.
Entonces aunque busque mi cama nuevamente y cierre fuerte las persianas,
todavía, todavía oigo aquel salvaje estribillo y veo aquella luz mística…
Oh, sepan que soy un chiflado pero seré bendecido
si mi última visión será la luna, mi último sonido, el Mar.
traducción: Hugo Müller