Convictos aman canarios

¡Dick está muerto! Fue el guardia Polack el que puso vidrio molido en su jaula

cuando estaba vagando alrededor del patio, pude haberlo matado en mi furia.

Lo aporreé con aquella llave inglesa que robé: por eso me estoy pudriendo en el Pozo.
¡Dick está muerto! Seguro desearía estar muerto también.

Su pecho de miel, sus garras de encaje besé y lloré,

porque bien supe que lo habían asesinado.

Maldije porque él era mi único amigo en la tierra…

¡Oh, cómo me animaba con su alegría!

¡Dick está muerto! Sé que él me cuidaba, siendo un irlandés que ama el canto,

y allí estaba el cielo con su alegría, bendije su corazón durante todo el lento día.

Lo hubiese dejado aletear alrededor de la jaula,

él hubiese alumbrado sobre mi mano… ¡Oh, infierno!

¡Dick está muerto! Ellos me arrojaron al Pozo.

¡Cómo intentan quebrar nuestro ánimo!

Mi cama es un tablón, ciego como un topo, seguro me volveré loco antes de morir…

Aquí en la noche, oscuro como el Pozo, estoy viendo alas soleadas volar.

Aquí en el silencio, ¡escuchen su canción!
¡Pobre Dick! ¡Oh, Cristo, cuánto tiempo, cuánto tiempo!

 

traducción: Hugo Müller

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