La cura del jugo de vaca
Estábamos en junio y el trébol estaba floreciendo
cuando Panqueque Billy golpeó el pueblo, como en el salón de O’Flynn.
La escarcha estaba en el forraje y el viento estaba volviéndose fúnebre
cuando Billy vino a ver serpientes en el tugurio de Sullivan.
Entonces el serpenteado Dan, Agujero-profundo, una vez camarada de copas:
“Oh Billy, por el amor de Mike, ¿por qué no te serenas?
Tengo la hermosa receta, es suave y mañosa como la seda,
sólo abandona tu estrangulamiento de alcohol e irrígalo con leche.
El fluido lácteo es la lubricación que requieres,
tus nervios se enmarcan como un puñado de cuerdas enmarañadas de piano,
lo quieres revestir con tejido adiposo, así trabajará como un elástico,
y la leche es la droga para ti”.
Bueno, Billy podía cumplir, y en un mes, es extraño,
aquel jugo de vaca parecía operar en él un sorprendente cambio.
“Llama al vagón de agua, Dan, y resérvamente un asiento” dice él.
«Es increíblemente extraño” dice Agujero-profundo Dan, “hizo lo mismo conmigo”.
Llamaron al pequeño Tim O’Shane, lo pusieron a salvo,
y aunque él les reprendió algo lo curaron noche y día,
y muy pronto vino el sorprendente cambio a explicar:
“Nunca más tomaré otro trago” dice Timothy O’Shane.
Lo intentaron en Spike Muldoon, aquel bebedor de renombre,
lo pusieron sobre Grouch McGraw, el terror del pueblo.
lo probaron en “tanques” de lejos y cerca, y cada prueba era segura,
y como una llama corría la fama de la cura del jugo de leche de Agujero-profundo.
«Es poderosamente extraño» dice Agujero-profundo Dan,
“estoy cada vez más confundido, es sólo leche del rancho de Riley, ninguna otra leche funcionaría”.
Y justo ocurrió aquella noche sin un plan premeditado,
dejó algo de leche del rancho de Riley en una cacerola,
e imaginen su sorpresa cuando probó aquella leche al día siguiente,
allí en el fondo de la olla había una docena de “pintas”.
«Bueno, ¿qué sabes de eso?” dice Dan,
“Dios mío, mis ojos, estuvimos y tuvimos la cura de Oro, Bill, y ninguno fue vivo.
El fluido libre de la leche que es una cincha, hay pintas por todas partes.
Ahora, figurémosnos esta cosa, ¿cómo llega el polvo allí?
`Dorado de las raíces del pasto’, dicen, ¡por eso, Bill!, lo tenemos frío,
sus vacas son las que mordisquean el pasto, así mordisquean el oro.
Estamos repletos, floreciendo millonarios, disimulemos y mintamos bajo:
seguiremos a las vacas cargadoras de oro, y nos proyectaremos adonde ellas vayan”.
Y así vino a pasar que por semanas se encontraron mineros colados en el rancho de Riley perforando la tierra,
hasta que aún Riley se detiene y contempla, y en presente permite:
“Parece que los muchachos tienen un gran interés en las vacas”.
Y noche y día le hacían sombra a cada aurífero bovino,
y colocaban las raíces del pasto en sus coladores, pero jamás vieron oro.
Y toda aquella temporada, trabajaron en secreto y nada hallaron,
y había pintas en la leche, pero ninguna en el suelo.
Y ellos estaban muy desesperados, y deprimidos por su suerte,
cuando de pronto, en una inspiración, la fuente de ello los sacudió.
¿Y qué creen que encontraron? Me duele el corazón decirlo,
en la arena negra al fondo de aquel maldito pozo del lechero.
traducción: Hugo Müller