Vecinos
Mi vecino tiene un campo de trigo y yo un montón de vid,
y él me dará pan para comer y yo le daré vino.
Y así somos un par divertido, contentos sin casarnos,
cantando con la cena mientras compartimos vino tinto y pan crujiente.
Ahora el venado es carne poderosa y también lo es la trucha y la liebre,
un pavo real es dulce al paladar y la codorniz es una comida exquisita.
Pero esos son platos para días festivos, y no nos quejaremos mientras
colocamos en la mesa el pan crocante y vino rosado.
La voluntad de cultivar la propia tierra merece la corona real,
con pan para alimentar la necesidad de la panza y vino para lavarla.
Así con mi vecino disfruto de que somos ajustados y libres,
contento de alabar con voz lujuriosa al Pan, el Vino y la Libertad.
traducción: Hugo Müller