Las «bunga-bunga» de Berlusconi siguen dando que hablar

Magistrados italianos han abierto una investigación por posible asesinato luego de la misteriosa muerte de una modelo marroquí que era invitada frecuente a las célebres fiestas “bunga bunga” de Silvio Berlusconi, el empresario ex presidente, que se dispone nuevamente a tomar las riendas de su amada Italia. Parece que en aquellos mitines “Berlusca” y sus amigos gozaban de los favores sexuales de exhuberantes pimpollos islámicos, en medio de deleites gastronómicos y musicales.

El problema es que a principio de mes Imane Fadil, una bella “alternadora” de 33 años murió luego de ingresar al hospital de Milan con severos dolores estomacales. Al momento de internarse ella le reveló a sus amigos y abogado que había sido envenenada. Los periodistas italianos tardaron diez días en dar la noticia de su fallecimiento.

“Los doctores no han podido identificar con certeza ninguna patología que pueda explicar el deceso la joven” reveló a Maldita Realidad Francesco Greco antes de añadir: “aunque había varias anomalías en la historia clínica de Fadil”.

La mujer había testificado en 2012 en contra de Berlusconi, en el juicio en que fue acusado de corromper a una menor de edad (pagándole por sexo). La justicia italiana está tan cooptada por la mafia como la argentina, y el millonario líder sólo tuvo que pagar una irrisoria cifra por sus juegos depravados con “Ruby” (tal era el nombre de la muchacha marroquí que compartió lecho con el heredero de Mussolini).

 

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Fue ella quien contó a la corte que en la casa de Berlusconi eran inviadas mujeres menores de edad, a las que obligaban a ponerse trajes de monjas o a practicar sensuales y lascivas danzas árabes. “Les gustaba babearse un buen rato, tomando sus whiskys con viagra, para luego agarrar a las chicas y violarlas descaradamente, sin el menor gesto de amor”. Detalló los gustos de Berlusca en materia de cachondeo y llegó a declarar:  “En una ocasión una chica mulata hizo un desnudo espectacular portando en su rostro una máscara de Ronaldinho, ¡claro, era el jugador favorito del capo!”.

Si bien Berlusconi fue inicialmente procesado un jurado provincial lo exoneró alegando que él no podía saber que Ruby era menor, lo cual es un argumento ruin y canallesco, propio de su estirpe de magnate achanchado. De todos modos, Berlusconi fue también acusado de sobornar y perseguir testigos para que negaran las acusaciones en su contra. Una de estos testigos era la bonita Imane, una de las pocas que confesó la sencilla y cruel verdad.

Los diarios italianos habían anunciado el mes pasado que Fadil estaba escribiendo un libro sobre sus experiencias en las fiestas de Berlusconi, y se supo que los magistrados han obtenido una copia del manuscrito luego de su muerte. Se espera que se inicie una causa que se denominará “los cuadernos de Fedil”.

A pesar de la fortaleza del feminismo, de las miles de marchas que se hacen todos los 8 de marzo en todo el mundo, los crímenes de mujeres en general, y de putas en particular, siguen en constante aumento, siendo incluso una cuestión de moda en el ámbito del poder, también acá en Argentina. Ocurrió recientemente con Natacha Jaitt, hetaira mediática de rasgos equinos que tuvo un devaneo con el futbolista Gambeta Latorre, arruinándole con ello su feliz matrimonio. Esa había sido su acción en la vida más relevante cuando murió en una fiesta de sexo y drogas celebrada en una quinta del gran Buenos Aires. A Jaitt la atrajo también la astucia de agentes de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) y se creyó que podía participar libremente, sin riesgos, de la asociación ilícita comandada por el presidente Macri, la ministra de Seguridad, el ministro de Justicia, la mayoría de los jueces de Comodoro Py, y el fiscal estrella, el famoso extorsionador Carlos Stornelli, actual mandadero de los antojos judiciales del capo mafia, orquestados directamente por la embajada yanqui. Las mujerzuelas que alternan con políticos  y funcionarios de altas esferas saben el riesgo que corren pero éste no fue el caso de Natacha, y ahora deberemos contentarnos con que murió de sobredosis de cocaína.

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