Hay algo en tu rostro, Michael

«Hay algo en tu rostro, Michael, lo he visto todo el día,

hay algo extraño que no estaba allí cuando te fuiste antes…”

“Es sólo la vida del ejército, madre, el ejercicio, izquierda y derecha,

que pone rígida tu columna y estrecha la quijada…”

«Hay algo en tus ojos, Michael, y cómo miran y miran,

me estás mirando ahora, mi muchacho, como si no estuviese allí…”

“Son sólo las cosas que he visto, madre, las visiones que vienen y vienen,

un poco sobrecargadas, la pulpa de sangre que solía ser un amigo…”

«Hay algo en tu corazón, Michael, que te hace despertar a la noche,

y a menudo cuando te oigo lamentarte me estremezco en mi miedo…»
«Es sólo un hombre que maté, madre, un hijo de una madre como yo,

parece que siempre está acechándome, nunca me dejará ser…”.

«Pero tal vez él era malo, Michael, tal vez estuvo bien

matar al enemigo que odiaste en honesta y justa lucha…”.

“Yo no odiaba en absoluto, madre, él jamás me hizo daño,

pienso que era un muchacho como yo, que trabajaba en una granja…».
«¿Y de qué trata todo, Michael, por qué tuviste que ir,

un pacífico, tranquilo tipo como vos, y fuimos felices así…?»

“Es el que está arriba, madre, es el que se sienta y gobierna,

tenemos que pelear en las guerras que ellos hacen, somos nosotros como los tontos…”
«¿Y cuál será el fin, Michael, y cuál la utilidad, digo,

de luchar si quien sea que gane somos nosotros los que tenemos que pagar…?”

“Oh, será el fin, madre, cuando tipos como él y yo,

que sudamos para alimentar a los que están arriba, decidamos ser libres…”.

«¿Y cuándo vendrá aquel día, Michael, y cuando terminará la lucha,

y la gente simple pueda cultivar su tierra y vivir y amar en paz…?»
Vendrá pronto, madre, y está más cerca cada día,

cuando sólo los hombres que trabajan y sudan tengan una palabra para decir,

cuando todos los que ganan su pan honesto en cada tierra y suelo

reclamen la Hermandad del Hombre, la Camaradería del Trabajo,

cuando nosotros, los Trabajadores, todos demandemos: ‘¿Para qué estamos combatiendo?’
Entonces, entonces terminará aquel estúpido crimen, aquella locura del diablo, la Guerra”.

 

traducción: Hugo Müller

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