Las mellizas

Soy madre de hijas mellizas, ¡Señor!, qué orgullosa estoy de ellas,

cada una la imagen de la otra, como dos lirios de un tallo,

pero mientras May, la que nació primero, era angelical desde el principio,

diferente como el vino y el agua, Maude, mi segunda, parecía maldita.

Soy una dama de corazón tierno, mi inclinación es militar,

así mis hermosas queridas pueden reclamarle a su padre el Regimiento.

Como dicen: errar es humano, y aunque tuve un montón de amor

soy una mujer ordinaria, tan buena como puedo ser mala.

El bien y el mal deberían hallar su equilibrio,

así a menudo me pregunto si May era un ángel, Maude un demonio,

y entre las dos estaba yo.

May, dicen, ha tomado votos, Hermana Mary, pura y dulce,

Maude está en un burdel en Mariposa Street.

Estoy pensando que no es natural, una debería rezar, la otra maldecir,

estoy tan preocupada que estoy bebiendo, lo que empeora mi preocupación.

Aún así mis hijas se aman una a la otra, y yo las amo bien por igual,

santa y pecadora, me llaman madre… ¿No es la herencia simplemente el infierno?

 

traducción: Hugo Müller

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