Pobre petirrojo

Mi petirrojo de jardín en primavera tenía un rapto de alegría
y me seguía con anhelantes alas de un peral a un manzano,
sus melodías durante el verano canta vivamente con deleite,
como si pudiera con enjoyada canción hallar el favor de mi visión.

Y ahora que el otoño está en el aire está cantando, cantando quedo,
y aún de algún modo no puedo soportar el frenesí de su repertorio,
el agudo viento agita su rubicundo pecho mientras se aferra a las ramas desnudas,
el sol está plomizo en el oeste, aún él canta y canta quedo.

Pronto, pronto las legiones de la nieve lanzarán sus tiendas nuevamente,
y alrededor del alféizar de mi ventana sé que llamará por migas en vena,
la pasión pulsante de su garganta tiene un toque de infortunio de invierno,
la punzante dulzura de su nota me implora que no salga.

En vena, en vano, oh, un valiente,
¡cantas para mantenerme en casa!
Porque toda mi vida está en el sol y debo volar.
Todavía no seré reconfortado por ningún brillo de oro o naranja,
viendo el brillo de la sangre en la amarga nieve, un petirrojo muerto.

traducción: Hugo Müller

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