Mi habitación

Pienso que las cosas que tengo y amo adquieren un sentido mío,
que les da valor muy por encima del mérito que otros ven.
Mis bártulos son parte de mí: esta silla en la que me siento
rompería su sobrecargado viejo corazón si hicieran chatarra de ella.

Para las humildes necesidades con las que vivo,
mis libros, mi escritorio, mi cama,
doy una personalidad que perderán cuando esté muerto.
Algunas veces entrando a mi habitación me ven con temor,
como si tuvieran una sensación de condena inevitablemente cerca.

Aun por suerte, dado que no mueren,
en ellos pervivirá algo del espiritu que fui cuando me haya ido.
Y tal vez algún alma dulce suspirará,
y agitará con tierno tacto las cosas que amé,
y hasta llorará un poco, no demasiado.

traducción: Hugo Müller

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *