El recepcionista
Francia es el país más lindo de la Tierra,
amorosa al deseo del corazón,
y dos veces al año atravieso su circunferencia,
su belleza para admirar.
Pero cuando cada noche busco un pub, para mi profunda vejación
en el formulario que me alcanzan debo escribir mi ocupación.
Así una vez en humor burlón mordisqueé mi lapicera,
y aunque lo sé jamás debería: ‘Gangster’ garabateé,
pero mientras el empleado con rostro sorprendido
me miró rígido en sospecha, lo borré y en su lugar puse ‘Político’.
Entonces pronto disolvió su gesto, su rostro se fusionó con una sonrisa,
mientras humorísticamente guardó el formulario que le alcancé.
Su encogimiento de hombros fue elocuente de ver.
Lo cito: ‘¿Qué hay en un nombre? En Francia, ¡compañero!,
los asquerosos dos son el mismo’.
traducción: Hugo Müller