Turista

Fue en un pueblo de Lorraine cuyo nombre he olvidado,
me hallaba necesitado de comprar una servilleta,
busqué una tienda donde venden artículos como esos
y le dije a una sonriente señorita
‘quiero una toalla, por favor’.

Ella dijo ‘de ese tipo tengo sólo dos’
y trajo los bultos, y una era de color azul celeste,
y la otra era caki marrón.
Con duda me rasqué mi cabeza canosa,
la calidad estaba bien, el tamaño también,
aún dije gravemente: ‘Demasiado mal que no tenga blanca’.

Aquella bonita muchacha tenía pelo rubio,
su mirada estaba libre de engaño
y mientras hesitaba allí me observaba con una sonrisa.
Entonces cuando fui a tomar la azul ella dijo
‘No’ significando no. ‘Las cakis son mejores, Señor, no muestran las suciedades’.

traducción: Hugo Müller

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