El topo

El dijo: «He buceado profundo en el pasado,
y escribo un libro de los días horribles
cuando los cielos de verano estaban nublados
con humo y hogares humildes ardiendo,
cuando la guerra era rampante en la tierra,
y el pueblo pobre se cubría en la noche
mientras la ruina se abría en cada mano,
escribiré sobre la ira y el deslumbramiento”.

Trabajó diez años para escribir su libro,
mientras fue feliz, abandonando voluntariamente el mundo
para vivir solo al estilo eremita.
El jardín era su dulce santuario,
favorecido por el firme y persistente sol,
hundido en el pasado vivió una vida completa…
Al final su trabajo estaba realizado.

Un libro meritorio que aunque todos alabarían pocos leerían,
cada preciosa página sembrada con alguna verdad extraordinaria
a la que habría que prestarle atención,
las vívidas imágenes de una era,
luego pestañeando, trajo al mundo nuevamente una sabia, remota, austera…
Cuando ¡oh!, sus ojos estaban heridos por las llamas,
el gemido de la guerra estaba en su oído.

El se encogió y suspiró: «¡Oh, puede ser que estas viejas iniquidades prevalezcan!
¡Los hijos de los hombres todavía son esclavos y el tiempo repite su lamentable historia!”
Así, con una larga y triste mirada al fin, buscando su rincón secreto del jardín
se deslizó nuevamente al pasado para vivir y escribir otro libro.

traducción: Hugo Müller

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