Amnesty International y Médicos sin Fronteras: el humanitarismo glamouroso

Dos organizaciones líderes de la democracia y el humanitarismo a nivel global, como Médicos sin Fronteras y Amnesty International, has sido criticadas y cuestionadas por utilizar imágenes inapropiadas –una de una modelo semidesnuda posando en una cama rodeada de salvavidas- en campañas de prevención del Ebola y de apoyo a la crisis de refugiados en las islas griegas del Mediterráneo.
Artsen Zonder Grenzen, la agencia holandesa de los médicos que salen a socorrer hambrientos en distintas crisis humanitarias provocadas por Estados Unidos y la OTAN en torno al otrora Mare Magnum, y en las profundidades de Africa e India, detuvieron su campaña “Confróntalo”, en la que actores e influencers de Instagram lucían maquillados y haciendo las mímicas de los síntomas del ébola. La organización adujo que las imágenes fueron diseñadas para despertar conciencia sobre la gravedad del problema, por el cual han muerto también muchos enfermeros y algún que otro médico.
Por su parte, Amnesty International, también en su sede holandesa, editó una revista abocada a las crisis de los refugiados, en cuya tapa se destacaba la belleza de una modelo semidesnuda, luciéndose en un lecho regado de salvavidas. Ante la reacción de algunas organizaciones de víctimas, Amnesty retiró la edición y pidió disculpas, admitiendo que se trivializaba el sufrimiento y el trauma que los refugiados han experimentado huyendo de sus hogares, particularmente las mujeres”.
Los artistas holandeses involucrados declararon que su intención fue parodiar una revista lustrosa, contrastando estilos de vida lujuriosos con las espantosas condiciones que afronta la gente entrampada en los campamentos de las islas griegas, sobre todo en Lesbos. En un caso, la protagonista es la actriz Jouman Fattal, que fue forzada a dejar Siria cuando tenía tan solo cuatro años. La revista incluía recomendaciones para sobrevivir un invierno en un campo de refugiados, mencionando una serie de medidas “anti-violación” para las mujeres que tienen que ir al baño durante las noches.
Las Naciones Unidas ya han advertido sobre los elevados niveles de violencia sexual que enfrentan las refugiadas en las islas griegas. Las mujeres temen usar duchas o baños en los superpoblados campamentos. Las voluntarias Alexia Pepper y Shaista Aziz, fundadoras de la ONG Safe Space en respuesta a casos de asalto y abuso sexual en organizaciones filantrópicas del establishment global, opinaron que las campañas de los holandeses son grotescas.
“El Mediterráneo es un enorme cementerio… No se comprende que uno de los derechos humanos más ricos y poderosos de los seres humanos, como el de migrar y/o refugiarse huyendo de la muerte de la guerra o de la persecución racial y política, sea transformado en una foto de moda” escribieron en una carta abierta publica en el sitio Media Diversified.
“Las mujeres han dado a luz en salvavidas, han abortado en salvavidas y han muerto en salvavidas. El simple e inconveniente hecho que ha eliminado Amnesty es que varias de las mujeres negras, y de otros colores, que constituyen la mayoría de las refugiadas en el mundo huyen de contextos en que sus cuerpos no les pertenecían”.
La revista peticiona al gobierno holandés que se haga cargo de 1.000 refugiadas que sobreviven en abyectas condiciones, mujeres y niñas. Al mismo tiempo, en una conferencia de prensa, tras dar las disculpas del caso, explicaron:
“Sabemos que las imágenes también están plagadas de estereotipos sexuales de género que dañan y cosifican a las mujeres, especialmente a las de color. Somos concientes que el uso de salvavidas es particularmente doloroso para esta gente. Estamos profundamente apenados por el moco que nos mandamos”.
Recientemente, la UNHCR (agencia de la ONU que se encarga de los refugiados), denunció que en los campamentos de las islas griegas se alquilan tiendas inmundas, allí miles de seres humanos se aglomeran en centros de recepción caracterizados por el hacinamiento, frío intenso, falta de electricidad, baños y agua corriente. Hay serpientes en el área y las ratas pasean orondas entre los desperdicios que exhalan un aroma de corrupción y miseria humana.
Los médicos holandeses dijeron que están combatiendo el rebrote de ébola en la República Democrática del Congo, en la provincia de Kivu, que a la vez está siendo asolada por la violencia tribal y la inestabilidad. Sobre su campaña en particular, arguyeron: “La idea era hablar de enfermedades que no aparecen usualmente en Holanda. No usamos pacientes reales, jamás haríamos eso, la idea es usada por los aparatos publicitarios más sencillos de las grandes empresas. Se trata de apelar a influencers y gente carismática, venerada por gruesas capas sociales. Tan mal no nos fue, seguimos siendo líderes en salvar vidas al borde de la extinción, y toda nuestra obra tiene una marcada intencionalidad humanitaria”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *