Funeral de Catrillanca convoca a resistencia mapuche
Miles de mapuches, provenientes de distintas regiones del país, llegaron a La Romana, en la Comunidad Autónoma de Temucuicui, Ercilla, para participar en el funeral de Camilo Catrillanca, comunero mapuche que murió a causa de un disparo en la cabeza durante un operativo de Carabineros de Chile el miércoles pasado.
El ataúd con el cuerpo de Catrillanca, rodeado de flores y comida, fue ubicado a un costado de su casa, en cuyo interior había sido velado desde el jueves. Allí, bajo una intermitente lluvia, se efectuó una ceremonia tradicional mapuche, previa a la sepultura en el cementerio de Temucuicui, hasta donde fue acompañado por la multitud, entre ellos algunos jinetes encapuchados.
El ritual contó con la participación de autoridades y dirigentes indígenas, quienes en sus discursos enviaron fuertes mensajes de confrontación y venganza hacia el Estado chileno, llamando a la unidad de las diferentes comunidades para acabar con los asesinos de sus líderes.
Héctor Llaitul, fundador de la Coordinadora Arauco Malleco, Héctor Llaitul, en representación de los organismos de resistencia territorial (ORT) reivindicó a Camilo como guerrero-weichafe de la nación mapuche”, calificándolo de “mártir” de su secular lucha territorial. Sus palabras exactas fueron: “Nosotros entendemos que, en este camino, nuestro weichafe nos dará la energía necesaria para continuar combatiendo a nuestros enemigos, enquistados en el poder del sistema y el estado capitalista”.
Por su parte, el abuelo del comunero fallecido y lonko de la comunidad de Temucuicui, Juan Catrillanca, rechazó cualquier tipo de diálogo con el gobierno de Sebastián Piñera. “Es hora de la contienda en serio. Emisarios del gobierno vinieron a ofrecernos migajas y a burlarse de nuestras pretensiones. Les tenemos que demostrar que con los mapuches no se jode, acá hay que desenmascarar y destruir a la oligarquía cagona que pretende quedarse con nuestras tierras”.
Juana Calfunao, lonko de la comunidad Juan Paillalef, también hizo un llamado a la unidad del pueblo mapuche y alertó: “Debemos liberar a nuestro pueblo de una puta vez, sacudirlo de la injusticia y la contaminación a la que pretende someterlo el Estado chileno, guiado ahora nuevamente por un empresario estafador que le ofrece protección e impunidad a los criminales pacos”.
El vocero del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, aseguró que se trata de “un día doloroso para el pueblo, al estar reunidos por la ejecución de que fue objeto nuestro hermano. Hace más de 500 años que estamos tolerando este genocidio por goteo, las reglas de la naturaleza están a nuestro favor, la resistencia es el camino y la violencia salvaje la única respuesta que merecen Piñera y sus votantes”.
En su discurso, el werkén de Temucuicui, Mijael Carbone, hizo especial llamado a los jóvenes mapuches a que “no se les olvide quiénes son nuestros enemigos y que ellos no vivan en paz”.
Los asesinos están identificados y ya fueron apartados. Pertenecían al Comando Jungla de Carabineros, que había concurrido a la zona como producto de una denuncia sobre el robo de tres vehículos en el sector de Quecherehua. Catrillanca estaba junto a un sobrino de 15 años, quien de repente vio cómo el líder caía atontado por un balazo que le entró por la nuca y la salió por la boca. Las pericias que se hicieron hasta el momento intentan ocultar el accionar alevoso de los uniformados, quienes lograron filmar su propio crimen para jactarse del mismo ante sus autoridades bellacas. Según fuentes de Radio Bío Bío de Temuco, el registro del asesinato está en la memoria de un pendrive trucho para que Piñera se solace mostrándoselo a Bolsonaro.