El suplente
Cuando estuve en una obra de Shakespeare hice el papel de Guildenstern o Rosenkrantz,
al menos sé que no era difícil de aprender,
como lector no me provocaba gracia,
para más explicación yo era el suplente del suplente del danés.
Oh, cómo me enfadaba sólo pensar que
me prohibían aquel rol divino,
¡y cómo resistí para hacerles tomar una copa de vino ligeramente envenenado!
Cada noche con contoneos y vociferaciones luchaba por ganar mi libra semanal,
y ponía mi alma en Rosenkrantz, o era quizá Guildenstern.
¡Compañeros! He desperdiciado mi aliento,
nunca hice el papel del noble danés,
y aún cuando Irving puso en escena Macbeth cargué un árbol de Dunsinane,
y anhelando aquel día de tormenta en el granero,
de esperanzas, sueños y pantalones parcheados,
cuando orgullosamente actuaba de Guildenstern,
¿o era, tal vez, Rosenkrantz?
traducción de Hugo Müller