Susie
Mi hija Susie, de dos años, me imita en cada modo,
cuando hago mis tareas domésticas ella ama jugar con escobas.
Un cepillo fregado es querido por ella, ¡ah!,
aunque veje mi alma tiene mi puñado de ternura, me temo,
para la cocina compleja.
Mi sueño era que ella fuera más lejos,
y que fuera actriz, cantante o bailarina,
sí, aún una estrella de cine, de glamour y romance.
Pero ya no tengo esa esperanza porque ahora
su mayor deseo es llevar una silla al fregadero y lavar los platos.
Aún cuando lo pones a prueba en las subidas y bajadas de la vida,
la mejor misión de una muchacha es ser una buena ama de casa
para cocinar, coser, lavar, y entonces ruego por que Sue mantenga un feliz hogar y tenga un bebé también.
traducción: Hugo Müller