El descanso del vagabundo
No hubiese sido sujetado por mis padres ni tolerado mi hogar
porque era caprichoso como el viento e indócil como la marea,
tan desdeñoso del hogar y bordeando el camino del jardín
perseguí los caminos más salvajes de la tierra, los caminos de la cólera.
Me asusta pensar ahora cuán dura y locamente me fue,
aunque poderosamente cicatrizado de los golpes y palizas
me atreví a una docena de muertes, aún hay rastros que debería explorar,
y tierras vírgenes que me esperan… ¡compañeros!, ya no vagaré más,
la hora es demasiado tarde.
Los paisanos están en mi muestra de imágenes,
fumo mi pipa y suspiro.
Suavemente resbaladizo por el brillo del brasero soy una baby-sitter.
¡Miren! En túnica de color malva, para reconfortarlo reconciliado
un vagabundo mece la cuna de su nuevo nieto.
traducción: Hugo Müller