Carreras
Conocí tres hermanas, todas eran dulces,
yo deseaba casarme, y me preguntaba
cuál sería la más apropiada para el lazo matrimonial.
Le pregunté a la primera qué destino deseaba para celebrar la vida.
Ella contestó: ‘Me gustaría ser cantante’.
Le pregunté a la segunda, dado que mi mente estaba enfrascada en el lazo nupcial,
por qué destino se inclinaba si pudiera elegir.
Ella dijo: ‘Para una mujer no puedo ver una fortuna mayor
que seguir el camino del arte y ser diseñadora de indumentaria’.
Con el corazón pesado le pregunté a la tercera cuál era la ambición de su vida,
era una señorita de aspecto y palabra de modesta disposición.
Ella dijo, ‘compañero, cariñosamente deseo objetivos más profundos:
mi mayor esperanza es ser una buena ama de casa’.
¿Cuál elegí? Vean mi casa para contestar eso,
tan limpia y dulce como un panal, con lindos niños.
Y así humildemente me parece que en la vida común
la gloria de una mujer es ser una buena ama de casa.
traducción: Hugo Müller