La grabación
Temiendo que ella se vaya un día con algún buen compañero de su elección
la llamé desde su juego infantil e hice un registro de su voz.
Y ahora que ella verdaderamente se fue, la oigo dulce y clara como el cristal en mi ruidoso gramófono: “Te amo, papi querido”.
De hecho es verdad que ella se fue, pero oh, se fue sola, totalmente sola
a la oscuridad se fue para siempre, ¡pobre pequeña nena!, antes de que su niñez creciera.
Ah, ¡qué podría hacer con ella que partió!
Pero esto es todo lo que tengo para mostrar, una voz fantasmal en un gramófono: “Querido Pa, te amo tanto”.
Se dijo que la parte más triste de la pérdida es que el tiempo atempera nuestro pesar pero eso es traición a los muertos, no olvidaré, no olvidaré.
El único souvenir de años dorados, fue mejor romper el disco en dos,
y ahorrarme un montón de lágrimas… pero eso no lo puedo hacer.
Así la reproduciré cada día, y parecerá que ella está cerca,
y una vez más la escucharé decir: “Te amo tanto, oh, querido papi”.
Y luego su beso, una puñalada de dolor.
La grabación termina… Respiro una súplica:
«Oh Dios, llévame pronto a donde sé que, pequeña muchacha, me esperarás”.
traducción: Hugo Müller