Vanidad

Mi forma de bailar el tango le encantaba,

conmigo fue amor a primera vista.

Mencioné que era un escritor,

ella preguntó: “¿qué escribes?”

“Oh, sólo best-sellers” le dije.

¿Sus títulos?… Ella sacudió su rubia cabeza,

la atmósfera pareció tornarse más fría:

no había leído ninguno de mis libros.

Oh, ella era una hermosa cautivante

y yo un autor reconocido,

pero atisbé que ella cuidaría que nunca escriba una novela.

¡Compañeros para el capricho de Cupido!,
¡la falta del fantasma de la Fama!
Pensé que ella era sólo doméstica y estúpida:

ni siquiera sabía mi nombre.

La ví un montón de años después,

se excitó cuando me saqué el sombrero,

pero mi risa interior fue fuerte

porque era enormemente gorda.

Gracias al cielo que no cometí aquel error,

vi que el Amor se marchaba en un coche fúnebre,

pero yo también me retiré aterrorizado…

Ella comenzó a citarme mi verso.

 

traducción de Hugo Müller

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