El bardo del jardín de Kail
Ejerzo una muy humilde pluma
bajo una cabaña de paja,
en las horas soleadas intento
labrar mi campo de coles,
y en el atardecer estoy contento de levantar el cerrojo.
No planeo acumular el vil metal,
con papada y el vientre gordo,
me entrego a una simple canción,
y no pretendo ganar nada con eso:
contento si la leche está en el estante
para aIimentar al gato.
Disfruto de esa capacidad que poseo,
porque la fama me ha abandonado,
y veo tal oro de felicidad brillando en el cielo,
me pregunto quién ha tenido éxito,
si los hombres célebres o yo.
No me lamento de ser pobre
y desconocido para el mundo,
libre como el viento, sereno y seguro,
vivo en paz solo.
Es mejor ser un bardo oscuro
que Rey en el Trono.