Silbato de lata de boda

Aunque lo sepas de cualquier modo, escúchame querida, ahora,

probando lo que no necesito probar,

cómo sé que te amo, amor.

Cerca y lejos, cerca y lejos,

estoy feliz donde estés,

así nunca aprendí a estar donde no estás.

Por todas partes, por todas partes,

puedo caminar contigo a mi lado,

más aún, te diré algo,

me siento y me enfurruño donde no estás.

Los visitantes remarcan mi entrecejo,

donde tú estás arriba y yo abajo,
sí, y me temo que tendré mala cara

cuando estoy adentro y tú afuera,

pero qué contento veo cada habitación que te contiene.

De hecho, no me preocupa donde estés

si estás conmigo.

En todas tus ausencias vislumbro fuego y corrientes y duendes.

¿está tu tren un minuto demorado?

Molesto al triste jefe de estación.

Cuando conduces con amigas al puente,

nunca sé si estás viva,
y cuando permaneces tarde en tiendas

anhelo llamar a la policía.

Así vale la pena la espera para

verte entrar a través de la puerta.
De algún modo puedo ser complaciente,

pero nunca contigo al lado.

Cerca y lejos, cerca y lejos,

Estoy feliz donde estés,

Así nunca aprendí cómo estar donde tu no estás.
Entonces no me arrepiento de mi afectuoso esfuerzo,

de tenerte en mi visión por siempre,

sin dejar que nadie, ni siquiera tú,
menosprecie una razón tan válida para el matrimonio.

 

Ogden Nash, traducido por Hugo Müller

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *