Elogio

Para permitir que el silencio sea admitido entre nosotros,

siempre moviéndose pasando los sentidos,

la oscuridad es lo que nos traga

y vivimos entre lo que vive a nuestro alrededor,

aquella mueca se sujeta, aquella breve santidad,

el mar se arroja rápido cuando buscas enterrarme

en tus sombreros y pañuelos negros.
No llores sino una sola vez, y un largo tiempo después
entonces come hasta que tu estómago se desborde,

¡no más! Llorarás demasiado para que tus ojos se derramen,

las palabras esperarán, ponme en una caja de pino sencilla

que estuve construyendo por años,
son astillas, no plata, está rellena de pelo,
aún las lenguas de las campanas estarán quietas,

tú, que cargarás mi cuerpo por el camino,

mi espíritu a las seis,
no te asustes por su falta de peso, como la luz.

 

por Kevin Young, traducido por HM

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