Los pensadores de Foreign Policy
por Hugo Muleta
Si 2016 fue el año en que el populismo reaccionario de derecha barrió el mundo –cuando el Brexit golpeó al Reino Unido, Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos y los filipinos eligieron a Rodrigo Duterte, 2017 fue el año de rendimiento de cuentas. Mientras el nuevo orden fue acomodándose, los ciudadanos nos vimos forzados a repensar las narrativas largamente sostenidas y encontrar modos de confrontar la nueva realidad.
Por supuesto, el populismo no fue la única gran historia que dominó en 2017, impulsada y divulgada desde los medios del establishment. Las pruebas nucleares de Corea del Norte, con sus misiles capaces de golpear a los Estados Unidos. Las derrotas constantes del Estado Islámico seguidas de su asombrosa capacidad de metástasis. Los billonarios dominando al gobierno trumpista y las democracias occidentales luchando contra supuestas interferencias rusas. Algunos gobiernos de derecha prueban por primera vez el poder estatal. Energizada por estos eventos, la izquierda radical salta de su letargo y pretende colocarse al frente de las marchas antiglobalización. Y paralelamente, la más extensa catástrofe humanitaria desde la segunda guerra mundial parece perpetuarse: de acuerdo a la ONU, la cantidad de personas forzosamente desplazadas por la violencia armada y el hambre ha superado niveles records, destacándose particularmente las crisis rohingya y de Yemen.
Los políticos y los líderes sociales elegidos como “repensadores” o personalidades del año, no fueron los únicos en responder. Las mujeres sauditas conquistaron su derecho a conducir automóviles. Una nueva película presenta reminiscencias espantosas de la guerra de Vietnam, incluyendo por primera vez las voces de varios vietnamitas. Los desarrollos genéticos ofrecen ahora mayores perspectivas contra las enfermedades hereditarias. Un artista chino exiliado apunta sus lentes sobre las crisis de refugiados. Y un poderoso nuevo movimiento de mujeres ha puesto la atención del mundo sobre el flagelo del abuso y la depredación sexual. Estos eventos han sido los más notables de 2017 para la revista estadounidense. Y este año, Foreing Policy, think tank histórico de la CIA y del Departamento de Estado, se enorgullece de presentar a sus Repensadores globales –legisladores, tecnócratas, comediantes, abogados, emprendores, directores de cine, presidentes, provocadores, prisioneros políticos, investigadores, estrategas y visionarios-, que han encontrado asombrosas maneras no sólo de repensar nuestro extraño nuevo mundo sino también de reconfigurarlo. Son los “hacedores” que definieron el 2017. A continuación se expone la lista de los más destacados, con el motivo y mérito que justifica su pertenencia a este selecto grupo.
Chelsea Manning, por forzar a los Estados Unidos a preguntarse quién es un traidor y quién un héroe.
Pedro Kumamoto, por sacudir la maquinaria corrupta de la política en México.
Jeremy Corbyn, por inspirar a una nueva generación a comprometerse con la política.
Rodrigo Londoño (Timochenko), por deponer sus armas y contribuir al camino de la paz en Colombia.
Masha Gessen, por advertir a los estadounidenses que el verdadero peligro para la democracia se encuentra en la Casa Blanca, y no en el Kremlin.
Ronald Deibert, por documentar en toda su extensión la hipervigilancia sobre Internet.
Pero también, entre los grandes Repensadores del año, este pasquín de la inteligencia yanqui seleccionó a personajes nefastos o sórdidos, como el presidente de Francia Emmanuel Macron, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, a quienes ubica a la par de las víctimas sexuales de Weinstein o líderes de movimientos gay, o bien científicos que hallaron soluciones prácticas para problemas globales como la escasez de agua (lástima que sus inventos sólo podrán ser usufructuados por los multimillonarios sobrevivientes de este entuerto). En fín, y en síntesis, parece que a Foreign Policy le gusta apilar sujetos muy distintos en una misma categoría, y considera a Repensadores de diferente calaña dentro de sus favoritos, habiendo siempre una mayoría que son serviles y obsecuentes con su pensamiento y línea política, que actualmente consiste en denigrar todo lo que esté relacionado con la palabra “populismo”, es decir, detestan todo lo que procede del pueblo.