Argentina da carta abierta a chupar gente y destruir empleo
Por Alvaro Correa
Las elecciones de medio término en el país sudamericano le otorgaron un triunfo arrasador a los candidatos de Cambiemos, consolidando el neocolonialismo y la puesta en abismo del país como laboratorio y modelo de la derecha global, demostrando que ya no se necesitan golpes blandos o secuestros y persecusiones a ex presidentes “populistas” (que de cualquier modo continuarán instrumentándose), sino que basta con unas elecciones amañadas para imponer a la luz sus programas de ajuste y explotación guiados por una dinámica operativa claramente extorsiva y antipopular.
Teniendo al conjunto de la clase media completamente entregada a la oferta de entretenimientos en TV, Internet, redes sociales y Netflix, etc., durante los primeros dos años de gobierno ocurrieron todas las pesadillas soñadas por los kirchneristas, quienes muerden el polvo de la derrota una vez más pensando en la inteligencia de Macri para aniquilar casi toda la obra de gobierno de la década pasada. Simbólicamente, hasta se dio el gusto de encubrir y comandar una desaparición forzada de persona, y recomendar luego su aparición en el momento justo para llamar a la mamá de Maldonado y darle sus condolencias de ser humano excepcional.
Más del 40% de los argentinos aprueban este modo de ser, esta “espontaneidad” macrista, este manejo de los tiempos que ha acabado con la hegemonía de la “yegua”. Ahora hasta renunció De Vido, y a Cristina la pueden poner presa con el aval de sus huestes amarillas, la complicidad de su Corte Suprema, y la habilidad de su Gendarmería. En cuanto a chupar gente, lo venía haciendo hace rato, lo que pasa es que nadie se enteraba porque las víctimas del conflicto, hasta el momento, habían sido todas mapuches…
Respecto de la destrucción del empleo durante la era macrista, los primeros dos años dan cuenta de una caída de 28% del empleo formal (dato aportado por un amigo del cronista, que es empleado del Ministerio de Trabajo, tiene acceso a información confidencial y teme por su vida), viéndose afectados por igual todos los sectores de la economía. Esto repercutió indudablemente en el empleo informal, y los que ni siquiera tienen changas entran rápidamente en la indigencia, que es lo que está ocurriendo con la pobreza en Argentina, y eso es lo que le encanta al electorado macrista.
Su INDEC es mil veces más mentiroso y falaz que el anterior, y la desocupación trepó de un 6,5 a un 18% en menos de dos años. Que hablen los miles de despedidos de grandes fábricas, que den su voz las PyMEs, que hablen “las economías regionales”, hay economistas y analistas muy capacitados que pueden explicar mucho mejor que nosotros quién es Macri. También pueden participar los pequeños productores y emprendores, los líderes sindicales que amenazan para luego agachar la cabeza, los echados sin piedad del Estado por sus convicciones políticas…
Pero ni siquiera se llegó a la mitad de mandato, y el daño cometido hasta aquí se agravará y multiplará notablemente, sobre todo el daño cultural y cerebral ocasionado a los argentinos. No hay ninguna obra social que lo cubra y cada vez hay más estupidizados…