El sonido de los árboles
Me pregunto sobre los árboles.
¿Por qué deseamos cargar por siempre con el ruido de aquellos
más que con otro ruido tan cercano a nuestro lugar de residencia?
Los sufrimos durante el día hasta que perdemos toda medida de nuestro paso,
y la fijeza en nuestras diversiones, y adquiere un aire de escucha.
Son los que hablan de irse pero nunca se van;
y aquellas conversaciones no menos que saber,
mientras crecen más viejos y sabios,
que ahora dicen de quedarse.
Mis pies se arrastran por el piso
y mi cabeza se balancea a mi espalda,
a veces cuando veo a los árboles balancearse
desde la ventana o la puerta.
Debería salir hacia algún lugar,
debería tomar la opción imprudente,
algún día cuando estén en voz y lanzándose hasta
atemorizar a las blancas nubes que están sobre ellos.
Debería tener menos para decir pero debería haberme ido.
Robert Frost, tradujo HM